El florero tiene una forma cónica invertida, con un diseño sencillo y elegante. Está hecho de vidrio con un acabado mate y translúcido, de un color verde suave. La superficie del florero tiene una textura ligeramente rugosa, lo que le da un aspecto artesanal y orgánico. La base del florero se sostiene sobre tres patas curvas y robustas que le proporcionan estabilidad y un toque distintivo. La simplicidad de su diseño y el tono calmado del verde hacen que este florero sea un objeto decorativo versátil y atractivo.