Este cuenco es una pieza del siglo XIX de estilo orgánico, está lleno de historia y encanto. Tallado a mano en madera, conserva las huellas del tiempo y cuenta historias de épocas pasadas, lo que le da un carácter único. Perfecto para colocar en el centro de la mesa, guardar frutas y verduras en la cocina o como un toque decorativo en la sala de estar, este cuenco aporta un toque vintage a cualquier hogar.