La obra captura la esencia y la dignidad de la mujer amazónica, representada con delicadeza y fuerza a través de la suavidad del pastel. Los matices de color y las transiciones sutiles transmiten la calidez de la selva, resaltando la profundidad de la mirada y la identidad cultural que encarna. Un retrato que combina sensibilidad artística y rinde homenaje a la riqueza humana del Perú amazónico.